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ICILS 2023: nuestros estudiantes ante el mundo digital

¿Qué tan bien preparados están los estudiantes de octavo grado para el estudio, el trabajo y la vida en un mundo digital? Esta es la pregunta para la que busca respuesta el Estudio Internacional de Alfabetización Computacional y Manejo de Información (ICILS, por sus siglas en inglés). Los datos de su última aplicación fueron presentados por el Instituto el 12 de noviembre.

La directora de nuestra área Técnica, Carmen Haretche, dio a conocer los datos. Contamos con comentarios de Leandro Folgar, presidente de Ceibal, y Verónica Zorrilla de San Martín, de la Unidad de Diseño y Desarrollo Curricular de la Administración Nacional de Educación Pública (ANEP).

El ICILS

La prueba es desarrollada por la Asociación Internacional para la Evaluación del Rendimiento Educativo (IEA, por sus siglas en inglés). Se trata de una evaluación estandarizada externa que emplea una muestra representativa nacional de centros y releva el desempeño de los estudiantes de octavo grado. En Uruguay es coordinada por Ceibal.

El ICILS se enfoca en dos áreas: alfabetización computacional y manejo de información y en pensamiento computacional. En ambas los resultados se clasifican en cuatro niveles de desempeño y cada uno presupone la consolidación de las habilidades en el inferior. Las habilidades de los estudiantes con puntaje menor al nivel 1 no pueden ser descritas porque no se incluyen suficientes ítems como para definir su desempeño.

Desempeño de Uruguay

La alfabetización computacional y manejo de información implica usar computadoras para investigar, crear y comunicarse. Engloba comprender el uso de las computadoras, recopilar información, producir información y comunicación digital.

El 33% de los estudiantes uruguayos no logró realizar las tareas más simples de la prueba en la citada área, mientras que el 31% demuestra un conocimiento apenas funcional de las computadoras como herramientas (nivel 1). Es decir, que más del 60% de los evaluados no logra alcanzar el nivel 2, que es el nivel mínimo de competencia definido por la IEA. Por su parte, el 27% completa tareas básicas y explícitas de recopilación de información y gestión en la computadora bajo instrucción directa (nivel 2). Apenas el 9% está en el nivel 3 y unos pocos (menos del 0,5%) en el nivel 4, demostrando un uso más sofisticado de las herramientas digitales.

La composición socioeconómica de los centros afecta los desempeños. En Uruguay, el 56% de quienes están en el quintil 1 (más desfavorecido) no logra realizar las actividades más simples (nivel bajo1). En contraste, solo el 10% del quintil 5 están en esa situación y casi el 70% logra el grado de desempeño mínimo. Además, la desigualdad es mayor en nuestro país que en el resto de los participantes (considerados en conjunto). A igual quintil, solo cuando se comparan estudiantes del quintil 5, los resultados de Uruguay son similares al promedio de los participantes de ese quintil.

Por su parte, en pensamiento computacional Uruguay presenta un 21% de estudiantes por debajo del nivel 1. La mayoría (34%) resuelve problemas en los que existe un conjunto de pasos generalmente pequeño y funcionalmente independiente (nivel 1). Hay un 55% de evaluados que no llegan al nivel de desempeño mínimo de la IEA. El 32% aplica diversos conceptos computacionales como la agregación, la aritmética, gráficos, bucles y optimización (nivel 2). Tan solo el 11% comprende e integra una amplia variedad de conceptos y métodos computacionales (nivel 3). Mientras que un 2% reconoce y analiza problemas que implican una amplia variedad de conceptos y órdenes computacionales y aplica abstracciones a problemas del mundo real (nivel 4).

En pensamiento computacional, el 36% de los estudiantes en centros del quintil 1 están en el nivel bajo 1. Al contrario, solo el 6% de quienes asisten a centros del quintil 5 están en esa situación. Para el promedio de los países participantes del ICILS 2023 la brecha es menor: 17% del quintil 1 y 5% del quintil 5 se ubican por debajo del nivel 1.

Al analizar los factores que se asocian a los desempeños de Uruguay, resaltan el uso diario de TIC, la composición socioeconómica del centro y la expectativa de graduarse en la universidad. A su vez, el nivel socioeconómico del hogar y la experiencia previa de al menos cinco años utilizando TIC también son factores de importancia. Lo anterior, tanto para alfabetización computacional y manejo de información como para pensamiento computacional.

El empleo de las TIC es, según los estudiantes, más frecuente en Uruguay que en el resto de los países evaluados. Esto ocurre tanto en el centro como fuera de él, ya sea en días lectivos o fines de semana. Fuera de las instituciones educativas el aprendizaje de las siguientes tareas es algo mayor en otros países que en Uruguay: buscar información, refinar resultados de búsquedas, evaluar confiabilidad de información e incluir referencias precisas a fuentes de internet. Asimismo, el aprendizaje en el centro educativo de tareas relacionadas con alfabetización y pensamiento computacional es mayor en Uruguay que en el promedio del ICILS.

A modo de cierre

En el cierre Haretche aportó algunas conclusiones. En un escenario de cambio curricular, con el pensamiento computacional como dimensión relevante, Uruguay cuenta con una línea de base para monitorear sus logros y compararse con otros países.

Como ocurre con otras evaluaciones, tanto nacionales como internacionales, los resultados de nuestro país son bajos e inequitativos. Además, en alfabetización computacional y manejo de información se mantienen estables entre 2018 y 2023.

Por otro lado, las intervenciones en el ámbito público no logran reducir la brecha con el ámbito privado. Sin embargo, no es el tipo de oferta lo que incide en el desempeño, sino el contexto del grupo de pares y el estatus socioeconómico de las familias.

Brindar a cada estudiante un dispositivo contribuye a la mejora de los logros, pero se observan inconvenientes en su mantenimiento.

A pesar de la deseabilidad social que pueda haber en las respuestas, se identifican prácticas frecuentes en otros países. Estas son efectuar búsquedas en internet con cierta complejidad, refinar resultados de búsquedas y evaluar confiabilidad y referenciar fuentes.

Finalmente, sería deseable una mayor enseñanza del uso de hojas de cálculo, diagramas, simulaciones programación, detección de patrones en datos y testeo.

Folgar subrayó el esfuerzo que requiere participar de ICILS y que ocurre gracias a la existencia de Ceibal. Indicó que los resultados no le sorprenden y destacó que se mantengan estables en un contexto de baja por la pandemia. También recordó que poseer la infraestructura para desarrollar la habilidades medidas por ICILS, no significa que se desarrollen si no se trabaja en su desarrollo.

Por su parte, Zorrilla de San Martín subrayó que la transformación curricular está enfocada en varias de las competencias que evalúa ICILS. Por esto, dijo que se espera que en futuras ediciones mejoren los resultados.

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