Objetivos: Comprender en profundidad cómo las redes de escuelas “chárter” respondieron a la crisis de COVID-19 con iniciativas de aprendizaje remoto.

Preguntas de investigación: ¿Cómo gestionaron la transición de la educación tradicional al aprendizaje a distancia? ¿Qué hicieron? ¿Qué funcionó bien y qué no?

Resultados: Sus principales prioridades eran la seguridad y el bienestar de sus estudiantes, familias y personal, además de instrucción y servicios estelares. Desarrollaron programas extracurriculares para asegurar que los estudiantes tuvieran actividades saludables (por ejemplo, cocina en línea, hip hop en casa). Realizaron una encuesta a los padres para conocer la necesidad de dispositivos electrónicos. Posteriormente entregaron dispositivos. Intentaron mantener la rutina de la escuela, buscaron crear y hacer cumplir un día escolar típico para sus alumnos, con una combinación de lecciones en vivo y grabadas, así como trabajos individuales de los estudiantes. Estas escuelas se preocuparon por mantener contacto regular con estudiantes y familias, proporcionando, incluso, apoyo social y emocional. Se armaron equipos de docentes que trabajaron en conjunto para toda la red, a través de una lógica de división del trabajo, lo que permitió que los docentes explotaran sus habilidades, fortalezas, intereses y experiencias. Todos los maestros y directores trabajaron con una persona que les brindó retroalimentación y apoyo individualizado. El proceso se centró tanto en el aprendizaje remoto, como en la comunidad remota. A través de diversas actividades lograron mantener el sentido de comunidad.

Método: Se realizaron entrevista semiestructuradas a 40 personas (ejecutivos, directores, docentes y padres) de 8 redes de escuelas “chárter”. Se realizaron entrevistas individuales y grupales.

Fuente de datos: Entrevistas semiestructuradas

Año: 2020

Institución: Fordham Institute

País al que refiere el análisis: Estados Unidos

Tipo de publicación: Reporte

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