Objetivos: Conocer las actividades educativas realizadas en los hogares con niños y adolescentes de 4 a 19 años durante el período de la suspensión de clases presenciales. Se plantean como objetivos específicos: a) describir el proceso de continuidad pedagógica en términos de su frecuencia, medios y tecnologías utilizados, intensidad y el tipo de propuestas ofrecidas, involucramiento de los estudiantes con las tareas, percepciones sobre las tareas recibidas y sobre los aprendizajes escolares durante este periodo; b) identificar y caracterizar los recursos materiales con que cuentan los estudiantes en sus hogares para la realización de actividades escolares; c) indagar la recepción, uso y valoración de recursos provistos por el Ministerio de Educación de la Nación; d) caracterizar el tipo de colaboración brindada por el acompañante educativo en las actividades escolares realizadas por los niños y adolescentes del hogar, y conocer el perfil social del acompañante educativo; e) explorar algunas expectativas respecto del retorno a clases; f) explorar cómo los adolescentes usan su tiempo libre, cuáles son sus responsabilidades domésticas y sus preocupaciones y emociones durante el período de aislamiento social, para ponerlas luego en relación con su proceso de continuidad pedagógica.

Resultados: La mitad de los hogares cuenta con acceso a computadora y conexión fija a Internet (situación óptima), y un 25% se halla en la situación más precaria por no tener ni computadora ni acceso fijo a Internet en el hogar. La continuidad pedagógica durante todo el aislamiento social se alcanzó, en porcentajes superiores al 90%, en los tres niveles educativos. Asimismo, no hay diferencias estadísticamente significativas en la cobertura poblacional de la continuidad pedagógica entre el sector estatal y el privado. Las desigualdades por nivel educativo y sector de gestión no se registran en las actividades desarrolladas por sus maestros y son leves en el envío de audios (algo más usadas en la educación privada), pero sí recrudecen al considerar videoclases y clases en vivo, mucho más concentradas entre niños y adolescentes del sector privado. En cambio, los niños y adolescentes del sector estatal concentran el uso de cuadernos y programas en medios de comunicación elaborados desde órbitas ministeriales. Se combinó la frecuencia de tareas realizadas y la existencia de devolución docente, a los efectos de dimensionar la intensidad de la continuidad pedagógica. Los resultados mostraron que 6 de cada 10 estudiantes tienen una intensidad alta o medio-alta. Entre ambas categorías predomina la continuidad pedagógica de alta intensidad definida a partir de la recepción diaria de tareas y la existencia de devoluciones docentes (34%), frente a un 26% con continuidad pedagógica de intensidad medio-alta, que incluía a quienes daban tareas dos o tres veces por semana y tenían devoluciones docentes. Asimismo, el 13% de niñas, niños y adolescentes presentan baja o nula continuidad pedagógica. En función de lo declarado por los adultos encuestados, existe la posibilidad latente de que un 10% de los estudiantes discontinúe su escolaridad. Los adolescentes que cursan en escuelas privadas tienden a reconocer mayores aprendizajes que sus pares del sector estatal.

Método: Análisis descriptivo de encuesta telefónica a familias de estudiantes, con representatividad a nivel de cada región educativa y de nivel inicial, nivel primario estatal, nivel primario privado, nivel secundario estatal y nivel secundario privado.

Fuente de datos: Encuestas

Año: 2020

Institución: Ministerio de Educación de la Nación

País al que refiere el análisis: Argentina

Tipo de publicación: Reporte

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